Este juego de vestir cuenta con más de 1000 piezas de ropa y accesorios para combinar y emparejar, de simples camisetas a extravagantes vestidos inspirados en el estilo lolita, y encima no para de añadir más. Si habéis jugado a Infinity Nikki, seguramente sea por sus atuendos. Este juego de vestir cuenta con más de 1000 piezas de ropa y accesorios para combinar y emparejar, de simples camisetas a extravagantes vestidos inspirados en el estilo lolita, y encima no para de añadir más. Y cuando por fin conseguís formar el conjunto perfecto, lo normal es que queráis ponerle el broche de oro igual que en la vida real: con una buena foto. Infinity Nikki os permite hacerlo, claro. De hecho, era de esperar. ¿Qué mejor modo de presumir de modelitos que con fotos que se pueden compartir por internet? Para el equipo de desarrollo de Infold Games habría sido muy fácil añadir una simple cámara y seguir centrado en las partes más visibles del juego, pero es que, del mismo modo que Infinity Nikki es mucho más que un simple juego de vestir, su modo foto es mucho más que una simple cámara. Cuando desbloqueé el modo foto de Infinity Nikki, pensé que solo lo utilizaría cuando la protagonista estuviera ridícula con un batiburrillo de prendas desparejadas o cuando quisiera documentar que había logrado desbloquear un atuendo poco común. Si me sentía con ganas de experimentar, puede que le añadiese un filtro y a correr. A fin de cuentas, es lo que hago con las fotos del mundo real. El tutorial del modo tampoco hizo gran cosa para que cambiara de idea. A primera vista, el modo foto de Infinity Nikki no es muy distinto del que puedes encontrar en otros videojuegos. En el tutorial, a Nikki le regala una cámara su amiga Bebe. Sin perder un instante, Momo, el felino amigo de Nikki, se hace con ella aduciendo que es un «extraordinario fotógrafo». A continuación, Nikki y Bebe comienzan a hacer simpáticas poses para él mientras nosotros vamos repasando los distintos ajustes de la cámara. En la primera y la segunda pestaña de ajustes tenemos opciones como la distancia focal, la apertura y la exposición, similares a las que encontrarías en una cámara réflex digital del mundo real. En la tercera tenemos algunas poses para elegir, y en la cuarta, unos filtros. No hay una cantidad apabullante de opciones, pero sí las suficientes para que podamos sacar una foto y añadirla a nuestro álbum. Pero, como les pasa a muchas de las numerosísimas piezas del puzle que es Infinity Nikki, el modo oculta muchísima más profundidad a la espera que lo vayamos descubriendo mientras jugamos. Por poner un ejemplo, pocas horas después me enteré de la existencia del Manual de Expedición, pero solo mientras husmeaba en el menú de la cámara (aunque, según parece, también hay un mensaje sobre él en la pestaña Amigos). Momo quiere inmortalizar nuestra aventura por medio de fotografías, así que, cada vez que nos acerquemos a un hito del paisaje, nos avisará. Si sacáis una foto con uno de estos hitos dentro del encuadre, podréis guardarla en el Manual de Expedición. También podéis recorrer Miralanda sin sacar estas fotos, pero os estaréis perdiendo algo, porque resulta que el modo foto tiene también un árbol de progresión, como la propia Nikki. Si sacáis fotos para el Manual de Expedición, recibiréis paquetes de mejoras, unos objetos específicos para mejorar la cámara. Con ellos podremos desbloquear más opciones de iluminación, filtros y poses, que nos permitirán sacar fotos más originales. Por poner un ejemplo, al principio del juego solo contamos con unas pocas poses (Nikki haciendo el signo de la paz, tapándose la boca con la mano o rezando con los ojos cerrados), pero más adelante desbloquearemos otros con los que nuestra protagonista podrá moverse e incluso (en algunos casos) bailar. Por su parte, algunos de los filtros que se consiguen más adelante pueden darle a una escena un carácter más intenso o melancólico. Las opciones de iluminación conformarán nuestra arma secreta en este campo, pues nos permitirán cambiar las fuentes de luz en tiempo real, como si trabajásemos en un plató de televisión. Al jugar, desbloquearemos más opciones que nos permitirán probar con más colores y ángulos. Las diferencias son sutiles, pero si se aplican bien, pueden convertir una foto en algo realmente especial. En conjunto, se trata de unas opciones extremadamente flexibles que, combinadas con el ciclo de noche y día de Infinity Nikki, nos permiten sacar cualquier foto del mundo que queramos. Podremos conseguir que sean melancólicas y oníricas utilizando poca profundidad de campo y haciendo posar a Nikki, engalanada en un vestido precioso, delante de un macizo de radiantes flores bajo la luna llena. O podemos componer una imagen brillante y tontorrona en la que Nikki pose delante de un globo con una sudadera a juego. Además, queramos o no, acabaremos sacando montones de fotos. Infinity Nikki cuenta con muchas misiones basadas en la fotografía que permiten obtener grandes recompensas. Os pedirán que realicéis fotos con perspectivas forzadas en las que hay que alinear ciertos elementos del encuadre para producir imágenes concretas (a veces ridículas). Además, los PNJ también nos pedirán que saquemos fotos para ellos, algo que puede parecer pan comido hasta que nos demos cuenta de que se trata de fotografiar a los enemigos mientras huyen… o mientras corren hacia nosotros. Además, cada uno de los eventos por tiempo limitado que ha recibido el juego hasta ahora ha introducido numerosas misiones, en muchas de las cuales tendremos que sacar la cámara. Incluso hay elementos concretos del mundo que solo están ahí para que posemos con ellos, como una botella que nos permitirá soplar y hacer pompas, un banco en el que nos podemos sentar o una manta de pícnic situada cerca del agua. Podemos pasarnos 30 minutos retocando las opciones hasta conseguir la fotografía perfecta o pulsar un par de botones para que los sistemas automatizados nos apañen algo presentable y seguir nuestro camino. Sea como sea, las fotos se añadirán a nuestro álbum. Para