Los viernes y lunes son días para trabajar desde casa, según una encuesta reciente del Instituto Ifo de Múnich.
De alguna manera ya lo habrías adivinado. Pero ahora es oficial: “El viernes es el día más habitual para trabajar desde casa en el 55% de las empresas, por delante del lunes con un 35%. Por el contrario, los martes, miércoles y jueves son los días más comunes para los empleados que trabajan desde casa parte del tiempo”, dice el investigador de Ifo Simon Krause. Este patrón se puede observar en todos los sectores de la economía y en las pequeñas, medianas y grandes empresas, aunque a diferentes niveles.
El Instituto Ifo señala que los viernes muchas oficinas están vacías, especialmente en empresas con una alta tasa de teletrabajo. La encuesta subyacente se realizó entre más de 9.000 empresas en Alemania en octubre de 2023.
Las cifras medias esconden diferencias interesantes. En todos los sectores de la economía, alrededor del 64% de las empresas utilizan oficinas en casa, especialmente en las grandes empresas. Los proveedores de la industria y los servicios ofrecen esta opción con más frecuencia que el comercio y la construcción. El viernes es el principal día de teletrabajo para el 66% de las empresas industriales y el 58% de los proveedores de servicios, mientras que esta proporción es sólo de alrededor del 28% en los sectores del comercio minorista y la construcción. Como la encuesta permitió múltiples respuestas, la proporción de días suman más del 100%.
Peligro para los centros urbanos
«Desde un punto de vista científico, un modelo de trabajo híbrido estructurado, es decir, una combinación de jornadas presenciales y de teletrabajo, combina mejor los intereses de las empresas y los empleados», añade Krause. En este modelo de trabajo, el trabajo en equipo creativo, las reuniones y la tutoría se llevarían a cabo principalmente en los días pasados en la oficina, mientras que los días pasados trabajando desde casa se utilizarían para trabajar concentrado y sin interrupciones.
Los empleados se benefician de una mayor flexibilidad y menos desplazamientos en los días de oficina en casa, mientras que las empresas logran una productividad constante y una mayor retención de empleados. «La oficina está evolucionando de un lugar de trabajo a un lugar de intercambio personal», continúa Krause. En algunas empresas ya no hay escritorios fijos y los puestos de trabajo vacíos se están convirtiendo en salas de reuniones y salones. Esto permite a las empresas reducir sus necesidades de espacio y ahorrar costes. Aunque la caída de la demanda de espacios de oficinas está teniendo un impacto en el mercado inmobiliario, está siendo mitigada en cierta medida por los modelos híbridos con días de asistencia fijos. Independientemente de esto, el investigador del Ifo Simon Krause concluye: «En las ciudades, el menor uso de oficinas está afectando especialmente a los centros urbanos con una alta densidad de oficinas, que también sufren de menores ventas minoristas debido a las oficinas en casa». Ed. Silicon desde Alemania.
Contacto