Un nuevo instrumento del telescopio VISTA de cuatro metros del Observatorio Europeo Austral en Chile ha captado recientemente su primera luz estelar. Esto marca el comienzo de una nueva era en la astronomía, mientras los investigadores se preparan para cartografiar el cielo con un detalle sin precedentes.
El instrumento no toma imágenes convencionales del cielo nocturno. En cambio, 4MOST —el Telescopio Espectroscópico Multiobjeto— recoge espectros, es decir, la luz de las estrellas y galaxias descompuesta en sus longitudes de onda o colores. Al analizar este patrón similar a un arcoíris, los investigadores pueden determinar de qué están compuestas estas estrellas y galaxias y a qué velocidad se mueven por el espacio.

Utilizando 2438 fibras ópticas, cada una tan fina como un cabello humano, el instrumento puede observar simultáneamente la luz de 2400 estrellas en hasta 18 000 canales de color. 4MOST es el instrumento del mundo con la mayor cantidad de fibras combinada con la resolución espectral más alta; es decir, la capacidad de observar detalles con la mayor precisión en el espectro estelar.
“Cada noche durante cinco años, 4MOST recopilará espectros de estrellas y galaxias y, finalmente, habrá observado varias decenas de millones de estrellas en nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. El resultado será la imagen más detallada hasta la fecha de la estructura y la evolución química de la Vía Láctea”, afirma Thomas Bensby, investigador de astronomía de la Universidad de Lund.
Durante sus primeras observaciones, 4MOST apuntó hacia varios objetos espectaculares. Uno de ellos fue NGC 253, la llamada galaxia del Escultor, una galaxia espiral a más de once millones de años luz de distancia que aún forma nuevas estrellas a un ritmo extraordinario. Otro objetivo fue NGC 288, un cúmulo globular con alrededor de 100.000 estrellas muy antiguas ubicado en las afueras de la Vía Láctea. El telescopio también logró captar espectros de más de 2.000 objetos, desde estrellas cercanas hasta galaxias a diez mil millones de años luz de distancia.

“En mis primeros años como astrónomo, observaba y analizaba las estrellas una por una. Este es un desarrollo asombroso que requiere una planificación cuidadosa y nuevos métodos de análisis debido a la enorme cantidad de datos que se producen cada noche”, dice Thomas Bensby.
4MOST es un proyecto de un consorcio internacional formado por 30 universidades e institutos de investigación de Europa y Australia, liderado por el Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam. Gracias a una subvención de la Fundación Knut y Alice Wallenberg en 2013, la Universidad de Lund, junto con la Universidad de Uppsala, ha participado desde el principio en la construcción del espectrógrafo de alta resolución del instrumento, que permite medir las huellas químicas de las estrellas con una precisión excepcional.
“Resulta significativo que el trabajo ya esté en marcha, ya que los astrónomos de Lund desempeñan papeles de liderazgo en varios de los estudios y grupos de trabajo que han trabajado y siguen trabajando con 4MOST”, afirma Thomas Bensby.

Hasta 2030, 4MOST cartografiará millones de objetos celestes en todo el cielo austral. Analizando sus temperaturas, movimientos y composiciones químicas, los investigadores esperan responder a preguntas como: ¿Cómo se formaron las primeras estrellas? ¿Cómo se formó y evolucionó la Vía Láctea? ¿De qué están compuestas la materia oscura y la energía oscura?
“Comprender la Vía Láctea y sus poblaciones estelares es una de las piezas clave del rompecabezas de cómo se forman y configuran generalmente las grandes galaxias espirales en el Universo”, concluye Thomas Bensby.
LUND University News. Traducido al español

