Al acercarnos a mediados de 2025, resulta interesante observar con nuevos ojos el panorama de las empresas eléctricas y las redes de comunicación que utilizan. Tras varios días en la Conferencia de Telecomunicaciones y Tecnología UTC 2025 en Long Beach, California, me llamó la atención que las tendencias que vimos hace apenas un año están aún más presentes.
¿Qué impulsa este enfoque? La rápida aceleración del desarrollo de herramientas de inteligencia artificial (IA) (y la consiguiente demanda energética de los centros de datos) y las constantes amenazas de seguridad.
En una entrada de blog de agosto de 2024 , escribí sobre la creciente necesidad de una comunicación robusta en la red, una escalabilidad sencilla, la monitorización del estado de la red, la resiliencia de la red y, quizás lo más importante, la seguridad. Estos factores siguen siendo relevantes hoy en día, como lo han sido durante varios años.
No hay nada nuevo en los sistemas de redes eléctricas que utilizan redes de fibra óptica para proporcionar control y monitorización de la red o para prestar servicios de comunicación de banda ancha. Tecnologías como la segmentación de red, la conmutación OTN y la distribución de la sincronización temporal han sido adoptadas en distintos grados por empresas eléctricas de todo el mundo. Las herramientas de automatización de red llevan tiempo surgiendo y ahora son sofisticadas. Algunos usuarios han adoptado el cifrado de datos simple con cierta naturalidad.
Pero analicemos la IA y la seguridad.
Las industrias y los consumidores están adoptando rápidamente el uso de herramientas y modelos de IA. Esto está provocando una reestructuración de la forma en que se gestionan y almacenan las cargas de trabajo de datos. Dicho sin rodeos, existe una cantidad abrumadora de datos que procesar, transmitir y almacenar en un número cada vez mayor de centros de datos, lo cual requiere cantidades ingentes de energía. Esa energía debe provenir de algún lugar y, si bien algunos operadores de centros de datos a gran escala como Google pueden operar sus propias fuentes de energía nuclear, es razonable esperar un aumento de la demanda de la red eléctrica impulsado por la IA en los próximos años.
Esta demanda se cubrirá mediante diversos medios, ya sea la generación de energía tradicional o la nueva capacidad eólica, solar o hidroeléctrica. Todas estas fuentes necesitarán una conectividad de comunicación que pueda implementarse de forma flexible y sencilla. A medida que aumenta la complejidad de la red, la comunicación no tiene por qué volverse más compleja. Al contrario, el uso de herramientas conocidas y escalables en la red óptica aliviará esta carga. También hay buenas noticias en cuanto a seguridad. La red eléctrica es un blanco obvio para quienes desean causar estragos o perturbar la sociedad. Si aumentamos la complejidad de la red eléctrica para satisfacer la creciente demanda, también les damos a los delincuentes más objetivos.
Los ataques pueden adoptar diversas formas, desde la destrucción por fuerza bruta hasta vulnerabilidades de día cero más sutiles. Los reguladores gubernamentales están ahora preocupados por la posibilidad de ataques informáticos cuánticos al cifrado de datos convencional, lo que podría afectar a todo, desde la monitorización de la red eléctrica hasta los sistemas de facturación de los clientes. Estas no son afirmaciones alarmistas. En 2015, Ucrania sufrió un ciberataque atribuido a las fuerzas militares rusas. A principios de 2025, se especuló inicialmente que una interrupción del suministro eléctrico en la Península Ibérica se debía a un ciberataque. La causa aún se está investigando y se cree que se debió a un fallo del sistema de control. En cualquier caso, existe suficiente incertidumbre como para que los expertos en seguridad sigan preocupados por la vulnerabilidad de la red eléctrica.
Sí, dije que hay buenas noticias: las empresas de servicios públicos pueden proteger las comunicaciones de la red con unas pocas herramientas fácilmente disponibles. Si bien el vandalismo de equipos o la destrucción de instalaciones son un desafío, llevamos mucho tiempo construyendo redes que restablecen el servicio automáticamente mediante mecanismos de protección redundantes. Los ataques de inundación de datos pueden controlarse mediante técnicas de mitigación de denegación de servicio distribuido (DDoS) integradas en diversos sistemas. Las redes cuánticas seguras protegerán las comunicaciones y los datos de la red eléctrica contra ataques de ordenadores cuánticos emergentes que caigan en manos indebidas.
Las empresas de servicios públicos necesitan redes de comunicación que satisfagan la necesidad de flexibilidad y seguridad en redes eléctricas en constante cambio y cada vez más impulsadas por la IA. Nokia cuenta con las herramientas para abordar esto con facilidad, a la vez que abre nuevas oportunidades. En una próxima entrada del blog, presentaré algunas ideas sobre cómo las redes de fibra existentes podrían permitir a las empresas de servicios públicos generar nuevos ingresos en este mundo obsesionado con la IA.
NOKIA Blog. Ch. J. Traducido al español